Estrés

Sabemos que el estrés o un estado de nervios prolongado puede afectar a nuestra salud, pero ¿de qué manera puede interferir en nuestra boca?

El primer síntoma es sentir molestias o dolor en las piezas dentales y esto puede ser a causa de algún problema periodontal provocado por el propio estrés o agravándolo en caso de ya estar diagnosticado. El sangrado y la inflamación de las encías son dos señales inequívocas que deben invitarnos a visitar a un especialista. También nos encontramos al bruxismo como otro causante del dolor, éste último es un incremento en la tensión muscular de nuestra mandíbula que nos lleva a un mayor desgaste de nuestros dientes o incluso fracturarlos.

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